Tania Angus, que sufría el peor caso de gigantismo del mundo ha muerto
en Las Vegas. La mujer de 34 años sufrió un infarto a causa del excesivo
crecimiento de su cuerpo y de sus órganos vitales provocado por un
trastorno en la pituitaria. Se había convertido en un referente para la
comunidad estadounidense aquejada de esta enfermedad.
Tania Angus era una adolescente normal que medía poco más de 1.52, antes de enfermar, según publicó el portal de noticias YahooNews.
A los 22 años le diagnosticaron acromegalia, conocido vulgarmente como
gigantismo, un trastorno que provoca un aumento desproporcionado del
tamaño de las extremidades.
Tanya tenía un tumor benigno en su glándula pituitaria y esta producía de forma exagerada la hormona del crecimiento. A medida que su cuerpo crecía, también lo hacía su corazón, los pulmones, las articulaciones.
Al punto que estaba siendo aplastada por su propio peso, y necesitaba atención constante de sus familiares y amigos. Tania
había crecido tanto que apenas podía caminar, y solo en una piscina,
en la que pudiera flotar, era el único lugar donde podía permanecer
sin tener dolores.
Fue operada varias veces y sometida a radiación, pero su cuerpo no
reaccionó bien a los tratamientos y uno de ellos le provocó un derrame
cerebral.
"No importa lo cansada o enferma que estuviera, siempre se podía
contar con Tanya para recibir una sonrisa y un abrazo que te
garantizaba levantar el ánimo", dijo Wayne Brown, fundador de la Comunidad de acromegalia de EEUU.
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